domingo, 8 de julio de 2007
Niños ya hemos trabajado los Mitos Griegos ,ustedes crearon nuevos personajes,disertaron investigaron sobre ellos. Pero Chile nuestro país tiene sus propios Mitos;y su tarea es investigar sobre ellos.
Los desafíos de hoy son:
1-Investigar sobre otros Mitos chilenos.
2-Indicar en que lugar geográfico de Chile se encuentra ubicado.
3-Describe este lugar.
4-Nombra sus personajes y características psicológicas y físicas de cada uno de ellos.
Para obtener más información haz clic aquí.
http://es.wikipedia.org/wiki/Mitolog%C3%ADa_pascuense
http://www.latercera.cl/medio/articulo/0,0,38035857_152309015_149002245,00.html
http://www.puc.cl/related/atees/chile/matatoa/html/mitos.html
Responde las siguientes preguntas sobre la Isla de Pascua.
1-¿A qué lugar de nuestro planeta se puede parecer la Isla de Pascua?
2-¿Quienes y cómo hicieron los Moais?
3-¿Cuántos Moais tiene la Isla de Pascua?
viernes, 6 de julio de 2007
Mito Chileno
Uoke, el Desvastador
La tierra de Rapa-Nui era grande en los tiempos pasados y tan extensa como la tierra del continente; pero Uoke, el dios Desvastador tenía como poder sobre ella. La a lenvantaba u hundia cuando lo deseaba y para estos movimientos sismicos usaba una palanca.
Cuando levantaba a Rapa-Nui, su superficie alcanzaba hasta el continente Puku-Puhipui.
Cierto día cuando Uoke se divertia con hundir parte de Rapa-Nui para levantar el contienente, se le quebró la palanca. Rapa-Nui que se encontraba en ese momento abajo,quedó pequeño, aflorando solo las cúspides de sus montañas; en cambio, el continente, por estar arriba quedó grande.
De esta manera se formó esta isla, que se llamó Te-Pito-Te-Henua o El Ombligo de la Tierra.
Sabias que desvastador significa: Asolador, que tiene la propiedad de dejar algo en ruinas.
Mito
martes, 26 de junio de 2007
Les invito a leer el anecdotario mitológico
LA VIA LACTEA
En la mitologia griega, la diosa Hera , esposa de Zeus , amantaba a Hércules, el futuro heroé. El pequeño, anunciando su enérgico carácter, le mordió y lastimó un ceno, y la leche, que casi inextinguible se derramó por la erida, formo una estela en el firmamento, es decir el camino de la leche o Via Láctea.
1)Te invito a averiguar mas sobre la diosa Hera y a crear tu
propio blogs sobre esta diosa
Recuerda que para crear tu blogs debes tener una cuenta gmail. Busca en la pagina: http://www.fundacionmustaki.com
martes, 12 de junio de 2007
mitos y más mitos
domingo, 10 de junio de 2007
Faetón y el dios Sol
Su infancia transcurrió tranquila y felíz, al lado de ese mar que tanto amaba. De día jugaba en las playas de arena tibia con sus compañeros y hermanas, haciendo carreras, nadando o admirando los altos que daban los delfines entre las olas. Algunas veces se aventuraba mar adentro en bote de remo y pasaba largas horas, muy quieto, pescando con un delgado cordel. De rato en rato miraba el cielo y al ver el esplendor del sol se sentía orgulloso de ser su hijo.
En las tardes, volvia a su casa donde lo esperabva su madre, la ninfa Climene, y al oscurecer salia a mirar el manto estrellado de la noche. ¿Dónde estaba a esta hora Helios su padre? Terminando el recorrido del día, el Sol descanzaba, dejándole su lugar a la noche.
Conversación de Faetón con su Madre.
-¿Qué pasa hijo?
Faetón le respondió:
-Mi amigo Epafos dice que soy un mentiroso, que no soy hijo del Sol.
Su madre le contestó:
-Epafos no sabe lo que dice. Tu eres hijo de Helios, el dios Sol. Ese que sale temprtano detrás de la dios Aurora en las mañanas y que al atardecer se oculta es, de veras, tu padre.
Faetón , emocionado dijo entonces:
-Madre, voy a emprender un largo viaje. Quiero ir en busca de mi padre. Tengo ansias de conocerlo y de ver de cerca su divino esplendor.
La madre de Faetón asintió:
-Ve hijo mío, y busca a tu padre. Ve siempre por el camino que lleva al Oriente -le indicó su madre.
En su llegada atravesó una pesada rteja de oro y empezó a subir. la luz dorada lo encandilaba y tuvo que detenerse un momento y cerrar los ojos hasta acostumbrarse al resplandor.
Una vez arriba, vio una gran puerta. La empujó y entró a una sala muy brillante, con techo de marfil pulido. Después de unos minutos, pudo distinguir a Helios.
Helios, cuyos ojos veían todas la cosas, notó la entrada de Faetón en la sala e inmediatamente lo reconoció y le preguntó:
-¿Qué ocurre, hijo?- preguntó el dios a Faetón- ¿Qué pena te apesadumbra? ¿Qué te falta allá, sobre la Tierra?
-Padre mío: tu indiferencia hacia mí cuando pasas, guiando tus corceles por la ruta del cielo, hace pensar a los hombres que no es cierto que soy hijo tuyo. Necesito demostrarles que están en un error. A decir verdad, yo mismo dudo a veces de que seas realmente mi padre.
-¡No lo dudes, Faetón! Tú eres hijo mío, te lo aseguro. Para darte una prueba de ello, prometo concederte el don que me pidas.
-¿Cualquiera que sea mi deseo?
- Cualquier deseo tuyo será satisfecho, hijo mío; habla.
- Pues bien, quiero ver lo que ningún ojo humano ha visto hasta ahora: la esfera de cristal del Universo desde la ruta que recorres diariamente en la bóveda del cielo. Quiero subir sobre tu carro de luz y guiar un día entero tus veloces caballos.
Al oír tales palabras, Febo se arrepintió de haber prometido que iba a acceder a cualquier petición de su hijo. No podía permitir que éste corriera el riesgo de una catástrofe, provocando un desastre irreparable.
-Hijo mío- exclamó el dios en tono persuasivo-: no tienes idea de lo que significa regir esos corceles para que no se aparten de la ruta fijada. Son caballos indómitos, que sólo la mano de un dios puede sujetar.
Faetón meneó la cabeza. Quería significar que ninguna razón podía apartarlo de su propósito. Debía concedérsele lo prometido.
-¿No comprendes, hijo, que un solo momento de descuido, un instante de debilidad, hará que el carro se desvíe de la ruta? Un pequeño alejamiento de la Tierra provocaría la muerte de todos los seres vivos por falta de calor; una pequeña aproximación secaría los arroyos, los ríos, los mares y todas las fuentes que dan vida a las plantas, a los animales y a los hombres.
Ni los argumentos ni el tono doliente y persuasivo de Febo conmovieron al terco joven.
-Quiero demostrar a los hombres que soy digno hijo del dios del sol. Estoy seguro de que guiaré con firmeza tus caballos.
Agotados todos los argumentos, Febo recurrió a los ruegos y súplicas; pero Faetón mantuvo firmemente su decisión. La promesa debía ser cumplida.
A la hora señalada por Zeus desde los tiempos más remotos, el carro del sol estaba listo para emprender la diaria carrera por el firmamento. En el momento en que el joven empuñó las riendas, Febo, temeroso de lo que pudiera hacer su hijo, le hizo las últimas recomendaciones.
-Espero que Zeus te dé fuerzas para mantener sujetos a los caballos durante la jornada entera. No descuides ni un instante las riendas. No te distraigas y, sobre todo, no trates de mirar hacia abajo.
Faetón ardía de impaciencia. Con las riendas en su puño firme, esperaba el minuto preciso del comienzo de la carrera. Estaba seguro de que el éxito coronaría felizmente su audaz empresa, logrando así la consideración y el respeto que le negaban los hombres.
Al comienzo, la carrera se desarrolló normalmente. Parecía que los caballos no habían advertido el cambio de auriga. El carro refulgente horadaba las sombras, y los caballos seguían la ruta acostumbrada.
"Ahora se despiertan los pájaros en sus nidos. A mi paso me saludan las aves con sus cantos. Todos los elementos de la tierra elevan hacia mí himnos de gracia. Ellos no saben, ni pueden imaginarse, que no es Febo el que guía hoy el carro del sol".
Así iba pensando Faetón mientras los corceles, regidos por las riendas tensas, seguían por la ruta del cielo. El joven se imaginaba el espectáculo que a su paso se desarrollaba sobre la Tierra, cintas de ríos y arroyos centelleantes, brillo de olas marinas, verde de praderas inmensas, juego de nubes y trabajo fecundo de hombres laboriosos. ¡Qué hermoso debía ser ese espectáculo visto desde las alturas! Y en un momento de debilidad, en un instante de olvido de las recomendaciones paternas, el inexperto auriga dirigió la mirada hacia abajo. Fue un momento, más breve que el zigzaguear de un relámpago. Una de las riendas quedó floja; uno de los corceles lo advirtió y se separó lateralmente; los otros fueron atraídos por el primero, y el carro se desvió de la ruta.
Faetón quiso enderezar el curso para tomar el rumbo cierto, pero sus brazos no tuvieron fuerza suficiente para ello. Los corceles siguieron apartándose, indóciles al puño que los regía.
Cuando el carro del sol se acercó a la Tierra, vastas regiones ardieron de súbito. Campos y ciudades fueron presa de las llamas, y en poco tiempo, cultivos, arboledas, aldeas y urbes se transformaron en ceniza. Grandes humaredas se elevaron al cielo, y Faetón se desesperaba al comprobar la inutilidad de sus esfuerzos. Aferrado a las riendas, veía con espanto que los caballos se alejaban ahora de la tierra. Un frío intenso sembró la muerte sobre vastas regiones. Ni plantas ni animales sobrevivieron en ellas. Los hombres corrían despavoridos en busca de los rayos del sol, pero éstos eran tan débiles por su lejanía, que el calor era insuficiente para mantener la vida.
Cuando Zeus, advertido del curso irregular del carro del sol, vio desde su trono que era una mano inexperta la que empuñaba las riendas, tomó uno de sus rayos y lo lanzó al espacio.
El rayo golpeó en pleno pecho al audaz auriga, y éste soltó las riendas y se precipitó en el vacío. El carro del sol se detuvo un momento, y Febo volvió a ocupar su puesto. Todo volvió a su quicio, la vida de la Tierra retomó su curso normal, y el desastre ocurrido asumió el carácter de un incidente pasajero. Pero en el país de Faetón persistió el recuerdo de su audaz empresa.
Ahora que sabes más de este mito, te invito a responder las siguientes preguntas:
1.-¿Cómo te imaginas a Faetón si viviera hoy?
2.-¿Qué características físicas tendría?
3.-¿Qué características psicológicas tendría?
4.-Escribe tu propio mito actualizado a esta época, cambiando los nombres y los lugares de la historia.
¡¡¡ Animate, tú puedes !!!
lunes, 4 de junio de 2007
Minotauro
Minos, deseando mantener en secreto esta situación, mandó buscar a Dédalo, el arquitecto mas famoso de Atenas, y le pidió que construyera una prisión donde encerrar al Minotauro. En esta construcción a la que llamaron laberinto, era casi imposible encontrar la salida, pues tenía oscuros pasadizos curvos tallados en la roca.
Atenas, una de las grandes y mas nobles de la antigua Grecia, en el momento en que se desarrolla esta historia, no era mas que una pequeña ciudad situada en lo alto de un peñasco que se alzaba a tres o cuatro kilómetros del mar. El rey Egeo, que gobernaba Atenas en aquellos tiempos acababa de recibir en su casa a un hijo que no veía desde que había nacido un joven llamado Teseo.
Egeo no cabía en si de alegría al tener a su hijo por fin en casa, pero Teseo no pudo evitar darse cuenta de que había momentos en que el rey parecía distraido y triste. Poco a poco, Teseo empezó a notar esa misma melancolía en el pueblo de Atenas. las madres estaban silenciosas, los padres negaban con la cabeza y los jóvenes miraban continuamente el mar, como si esperasen que de él saliese algo terrible. Al parecer muchos jóvenes atenienses habían desaparecido, y se decía que habían ido a visitar a amigos en rincones lejanos de Grecia. Al final Teseo decidió preguntarle a su padre que preocupaba tanto al país...
¡¡¡ Niños y Niñas; les invito a continuar esta historia y crear un nuevo final !!!
lunes, 28 de mayo de 2007
domingo, 27 de mayo de 2007
Pandora
En el principio de los tiempos, Zeus, señor de todas las cosas, se repartió con sus hermanos el universo dando origen a las diferentes criaturas vivientes. Entre estas, formo al hombre, la única que "entre las bestias alza su rostro hacia el cielo y contempla hacia el Sol, la Luna y las estrellas". Posteriormente encomendó a los titanes Prometeo y Epimeteo, la tarea de dotar al hombre y a los animales con las facultades necesarias para su preservación
En la mitología griega, Pandora fue la primera mujer, hecha por orden de Zeus como parte de un castigo a Prometeo por haber revelado a la humanidad el secreto del fuego.
Prometeo decidió robar el fuego a los dioses y entregárselo a los hombres.
Zeus se enfureció y ordenó la creación de una mujer que fue llenada de virtudes por diferentes dioses. Hefesto la moldeó de arcilla y le dio forma; Atenea le dio su ceñidor y la engalanó. Las Gracias y la Persuasión le dieron collares, las Horas le pusieron una corona de flores y Hermes puso en su pecho mentiras, palabras seductoras y un carácter voluble.
Prometeo advirtió a Epimeteo de no aceptar ningún regalo de los dioses, pero Epimeteo no escuchó a su hermano y aceptó a Pandora, enamorándose de ella y finalmente tomándola como esposa.
Hasta entonces, la humanidad había vivido una vida totalmente armoniosa en el mundo, pero Pandora abrió el ánfora que contenía todos los males (la expresión «caja de Pandora» en lugar de jarra o ánfora es una deformación renacentista) liberando a todas las desgracias humanas (la vejez, la enfermedad, la fatiga, la locura, el vicio, la pasión, la plaga, la tristeza, la pobreza, el crimen, etcétera). Pandora cerró el ánfora justo antes de que la Esperanza también saliera.
Y corrió hacia los hombres a decirles que no estaba todo perdido que aún les quedaba la esperanza. La hija de Epimeteo y Pandora, Pirra y su esposo Deucalión, hijo de Prometeo, fueron las dos únicas personas que sobrevivieron al diluvio que Zeus mandó sobre la humanidad para destruirla, en la versión griega del diluvio universal.
Etimológicamente la palabra "Pandora" significa "la portadora de todos los dones", siendo además la primera mujer. Según Robert Graves, estaríamos ante la versión griega de la Eva de la mitología bíblica. Al igual que en la Biblia, el mito intenta imponer a la mujer la culpa de todos los males de la humanidad, estaríamos por tanto ante un ejemplo de mito de una sociedad patriarcal que se ha impuesto a una antigua sociedad matriarcal.
Pincha AQUÍ para saber el misterio de la Caja de Pandoralunes, 21 de mayo de 2007
Icaro y Dédalo
Icaro y Dédalo
Ante la negativa del rey Minos para que Dédalo abandonara Creta, Dédalo comenzó a maquinar la forma de escapar.
Como Creta era una isla era prácticamente imposible escapar por mar. El rey Minos tenía una flota importante y lo capturaría.
Dédalo había tenido un hijo con una esclava en Creta, su nombre era Icaro. Entonces decidió que escaparía con su hijo por aire.
Inspirándose en el vuelo de los pájaros, construyó entonces dos pares de alas. Unas para Icaro y otras para él. Acopió gran cantidad de plumas que fue fijando a la estructura con cera de abejas y luego las adaptó con un arnés a su espalda y sus brazos.
Cuando ya estaba todo preparado le dijo a su hijo:- Icaro, si quieres huir conmigo de esta isla, préstame atención y sigue mi consejo. Es necesario que vueles en la mitad de la atmósfera. Si vuelas muy bajo la humedad y el vapor del agua empaparán las plumas, éstas serán muy pesadas y caerás al mar. Y si vuelas muy alto, el calor del sol derretirá la cera, se desprenderán las plumas y también caerás al mar.
Una vez que terminó de dar todas las explicaciones, Dédalo se lanzó al espacio. Icaro lo siguió como un pichón que sale por primera vez del nido. Pero Icaro pronto se entregó al placer del vuelo con entusiasmo. La vista era maravillosa y comenzó a volar más y más alto acercándose peligrosamente al sol. Es así que las plumas comenzaron a desprenderse de la estructura hasta que Icaro cayó fatalmente, ahogándose en el mar.